Bibliografía de textos citados

Anthony Burgess: Shakespeare. Ediciones Península, Barcelona, 2006.
Se trata de una biografía sucinta, amena, que recoge los rasgos esenciales de la vida de Shakespeare y repasa algunos aspectos de sus obras, aunque no de forma exhaustiva ni sistemática. Un buen libro para hacerse una idea de la época y de su ambiente teatral.

Jan Kott: Shakespeare, nuestro contemporáneo. Alba Editorial, Barcelona, 2009

Se trata de uno de los mejores estudios de la obra de Shakespeare publicados en castellano. Comenta una buena cantidad de las mejores obras (no todas) desde una óptica al mismo tiempo erudita y próxima a los escenarios. Con todo, no intenta ser una mirada sistemática sobre Shakespeare ni pretende establecer en ningún caso un método para el análisis dramatúrgico. De lectura imprescindible.

George Steiner: Lenguaje y silencio. Ensayos sobre la literatura, el lenguaje y lo inhumano. Editorial Gedisa, Barcelona, 2003.

La cita de Steiner es en esta caso casi accidental. Lenguaje y silencio es esencialmente una recopilación de artículos sobre literatura y lenguaje. En "Homero y los eruditos", Steiner habla de Homero, pero se le escapa una cita sobre Tito Andrónico que me parece importante porque es una de las obras clave pare entender tanto al Shakespeare joven como, después, al autor del Rey Lear. En "Shakespeare cuarto centenario", en cambio, se centra en Shakespeare.

 Ramón del Valle-Inclán: Luces de Bohemia. Escena decimocuarta. Espasa Calpe, S. A., Colección Austral, Madrid 1980

Luces de Bohemia es, sin la menor duda, uno de los libros mayores de la dramaturgia española. En el entierro de Max Estrella, el personaje de ficción don Juan Manuel Montenegro, Marqués de Bradomín, se encuentra con el poeta Rubén Darío en el cementerio y charlan, obviamente, de Hamlet. Una brillantísima nota al margen.

Frances A. Yates: Las últimas obras de Shakespeare: una nueva interpretación. Fondo de Cultura Económica, México, D. F., 2001

Frances A. Yates hace un enfoque sobre las últimas piezas de Shakespeare -es decir, Pericles, Cuento de invierno, La tempestad y Enrique VIII (deja de lado, como apócrifa, Los dos parientes nobles)- esencialmente historiográfico, es decir, no trata de echar luz sobre las obras de Shakespeare, sino que las utiliza como documentos para deducir aspectos de la época del rey Jacobo I, sucesor de la reina Isabel I. Resulta interesante en algunas ocasiones (aunque a veces plantea hipótesis de difícil verificación) para comprender el contexto original en que surgieron los textos de Shakespeare.