viernes, 11 de junio de 2010

"Si vemos en el Stradford de la época tudor un lugar gris y desabrido donde los únicos acontecimientos los proporcionaban los bautizos, las bodas y los funerales, las citaciones ante el juez por dejar montones de estiércol fuera de las casas (algo que le había ocurrido en una ocasión a John Shakespeare), los largos sermones, las personas sorprendidas en adulterio, la inasistencia a la iglesia (de nuevo John Shakespeare), la persecución de brujas, la tortura de animales, las partidas de caza de la nobleza rural, los rudos y cruentos juegos de balón, las habladurías sobre apariciones de espíritus y hadas, de Puck o Robin Goodfellow ('Buen tipo', un apodo apotropaico para demostrar cuánto se le temía), las ferias, las visitas de recitadores itinerantes de romances, las ceremonias de las distintas estaciones, los mugidos de las vacas parturientas, la matanza de ternero sin destetar, el degollamiento del cerdo, las moscas en verano, la congelación de las bombas de agua en invierno, la peste la disentería, las malas cosechas, la fornicación, Jack-in-the-Green ('el hombre del bosque'), las borracheras, las amenazas de condena por parte de fanáticos religiosos, el juego de bolos, la caza furtiva, las palizas de los jóvenes a los viejos, la fiesta del final de la cosecha, las tareas de retejado, los incendios que arrasaban las estructuras de madera seca, el deterioro de los caminos tras las lluvias, los árboles caídos tras las tormentas, las bromas pesadas, los dolores de muelas y el escorbuto provocado por una mala dieta invernal, no andaremos muy descaminados. Pero aún había más.
·····Por ejemplo, las visitas de los actores y las actuaciones en el ayuntamiento por el municipio -los Hombres del Conde de Worcester en 1569, 1575, 1576, 1581 y 1584; los Hombres de la Reina en 1569 y 1587 [...]; los de Leicester en 1573, 1576 y 1587; los de Warwick en 1575; los de Strange (bajo el nombre de Derby) en 1579; los de Berkeley en 1581, 1582 y 1583; ¿es necesario continuar? O los cantos y los bailes. O el Lord of Misrule, el personaje navideño del desenfreno, el culto a Robin Hood (un espíritu de los bosques, como el del Amloth original convertido en Hamlet), así como la celebración de las mayas, tan condenadas por puritanos [...]
·····Lo que ha llegado hasta nosotros como una bagatela infantil de anémica belleza [los árboles de mayo] era entonces [...] una glorificación pagana de carácter fálico, con mucha formicación a la intemperie. En Stradford, como en otras ciudades y pueblos de la época tudor, era frecuente la lujuria, que no constituía del todo una práctica secreta sino que era exaltada periódicamente como un aspecto de la totalidad del proceso de la vida -la crianza de los animales, el florecimiento de la tierra- en que participaba con tanta exacerbación una sociedad agraria. En aquellos tiempos, muchachos y muchachas perdían pronto la virginidad y no podemos pensar que Will fuera una excepción."
Anthony Burgess: Shakespeare. Ediciones Península, Barcelona, 2006, págs. 43-44.

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