martes, 6 de julio de 2010

"[...] en todas las obras históricas de Shakespeare emerge la imagen de la historia en sí misma, por encima de las peculiaridades personales de cada uno de los reyes y usurpadores. Es la imagen del Gran Mecanismo. Cada uno de los capítulos sucesivos, cada uno de los grandes actos de Shakespeare es una repetición:
·
····················la incitadora loa de un lúgubre espectáculo;
····················elevado a lo más alto, para ser precipitada a lo más hondo.
·······················································································(Ricardo III, IV, iv)
·
Es exactamente esta la imagen de la historia, que encontramos en Shakespeare en reiteradas ocasiones, la que se nos impone con fuerza. La historia feudal es una larga escalera por la que sube un séquito de reyes. Cada escalón, cada peldaño que asciende, que le acerca al trono, está marcado por el crimen, el perjurio y la traición.
·····[...]
·····Desde el último escalón sólo es posible precipitarse al vacío. Los monarcas cambian, pero la escalera permanece. Y todos, buenos o malos, valientes o cobardes, nobles o innobles, ingenuos o cínicos suben por la escalera de la misma manera."
Jan Kott: Shakespeare, nuestro contemporáneo. Alba Editorial, Barcelona, 2009, págs. 45-46.

No hay comentarios:

Publicar un comentario