martes, 20 de julio de 2010

"Titania se recuesta en un prado, entre rosales salvajes, enredaderas, violetas y margaritas pero la nana que le canturrean sus acompañantes suena más bien terrorífica. Además de las sierpes de lengua bífida, de los erizos, luciones y murciélagos, se mencionan arañas, escarabajos y babosas. Una nana así no presagia sueños demasiado argadables. El bestiario de El sueño... no es casual. La piel disecada de una serpiente, los polvos de arana y los cartílagos de murciélago figuran en cualquier recetario medieval o renacentista como remedios contra la impotencia masculina y las enfremedades propias de la mujer. Todas estas criaturas son pegajosas, babosas y peludas, desagradables al tacto y, a menudo, provocan repugnancia. Los manuales de psicoanálisis asocian este tipo de asco con la neurosis sexual. Los animales de la nana que las hadas canturrean a Titania -todas esas sierpes, babosas, murciélagos y arañas- forman parte también del bestiario predilecto de la onirománcia freudiana."
Jan Kott: Shakespeare, nuestro contemporáneo. Alba Editorial, Barcelona, 2009, pág. 297.

No hay comentarios:

Publicar un comentario