jueves, 8 de julio de 2010

"En todos los análisis modernos de Hamlet (H. Granville-Barker, F. Fergusson, J. Paris) se pone en primer plano el personaje de Fortimbrás. Las interpretaciones estructuralistas convierten Hamlet en un drama de situaciones analógicas, un sistema de espejos, en el que el mismo problema es mostrado sucesivamente en sentido trágico, irónico, patético y grotesco: y da igual que el tema sea la pérdida del padre por los tres jóvenes o la locura de Hamlet y de Ofelia. En las interpretaciones históricas, Hamlet es un drama sobre el poder y la herencia. En primer lugar, Fortimbrás es uno de los dobles, álter ego o médium de Hamlet; por otro lado, es el heredero al trono de Dinamarca, el hombre que ha roto la cadena de crímenes y venganzas restaurando el orden en el reino de Dinamarca. Se puede entender este orden como una restauración de la ley moral, como una neue Ordnung in Europa (nuevo orden en Europa). El desenlace de la tragedia se ha interpretado de ambas maneras. Pero por mucho que se quiera situar los conflictos morales de Hamlet en su contexto histórico, sea éste el Renacimiento o la modernidad, no se puede ignorar el papel que desempeña Fortimbrás.
·····La dificultad estriba en que, en el texto de la obra, el personaje de Fortimbrás sólo se esboza. Aparece dos veces en escena: la primera vez en el acto IV, cuando se dirige con sus tropas a Polonia; la ; la segunda, cuando reclama el trono después de la gran masacre. Sin embargo, se menciona al joven Fortimbrás muchas veces. Su padre fue asesinado en un duelo por el padre de Hamlet. Los padres de los tres personajes de esta obra han muerto asesinados: Hamlet, Laertes y Ofelia. El espectador a menudo se pierde siguiendo las vicisitudes del joven Fortimbrás. En el prólogo nos enteramos de que quiere iniciar una guerra contra Dinamarca; después lucha contra los polacos por un trozo de costa que no vale siquiera cinco ducados y, al final, aparece en Elsinor. Él pronuncia las últimas palabras y hace los últimos gestos de este drama.
·····¿Quién es este joven príncipe de Noruega? No lo sabemos; Shakespeare no nos lo dice. ¿Qué representa? ¿El destino ciego, el sinsentido del mundo o la victoria de la justicia? Los estudiosos de Shakespeare han defendido sucesivamente estas tres interpretaciones. La decisión corresponde al director. Shakespeare nos dio sólo su nombre. No obstante, el nombre es significativo, Fortimbrás, "forte braccio". Fortimbrás, el hombre de la mano fuerte. Es un hombre joven y fuerte. Llega y dice: 'Llevaos estos cuerpos. Hamlet era un buen chico, pero murió. Ahora yo seré vuestro rey. Acabo de recordar que tengo derechos inolvidables sobre este reino.' Después sonríe y está muy contento consigo mismo."
Jan Kott: Shakespeare, nuestro contemporáneo. Alba Editorial, Barcelona, 2009, págs. 118-119.

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