domingo, 18 de julio de 2010

"Shakespeare ha formulado tres teorías de la división de clases; y lo ha hecho, además, hasta sus últimas consecuencias, de principio a fin. Cada una de ellas contiene una descripción de la realidad social y un sistema de valores; cada una de ellas responde a un modo diferente de ver el mundo y ofrece una valoración diferente de la realidad; cada una, por último, implica la respuesta a dos preguntas: ¿cómo es el mundo y cómo debería ser? Es fácil encontrar nombres universales a estos sistemas, tales como igualitarismo, solidaridad, sistema jerárquico. En Coriolano se nos presenta, sin rodeos y sin intención didáctica, el conflicto entre estos tres sistemas. Hay también, como suele suceder en la obra de Shakespeare, un gran sistema de espejos que nos permite contemplar la imagen del pueblo en los ojos de Coriolano, y la de Coriolano y los patricios en los ojos del pueblo. Y por último está el espejo que refleja la Historia. La Historia en esta obra nos proporciona la acción, las relaciones y las consecuencias de los acontecimientos. La Historia puede confirmar un sistema de valores o burlarse de él y derrocarlo. Si se burla de él y lo derroca puede ser grotesca o trágica; puede ser, incluso, las dos cosas a la vez."
Jan Kott: Shakespeare, nuestro contemporáneo. Alba Editorial, Barcelona, 2009, págs. 252-253.

No hay comentarios:

Publicar un comentario