domingo, 11 de julio de 2010

"[...] la última interpretación de Laurence Olivier del papel de Otelo.

Poner a Yago junto a Otelo es como poner la chispa al lado de la mecha. 'Por aquí', susurra Yago. La argucia guía la ceguera. Un canalla aconseja a un negro. El engaño sirve de luz en mitad de la noche. Los celos escogen la mentira como guía. ¡Qué puede ser más opuesto a la inocencia inmaculada y a la ingenuidad que un Otelo negro y un Yago traidor! Estos hombres crueles que habitan en la oscuridad se comunican entre ellos. Los dos personifican el eclipse, la súbita ausencia de luz; uno de ellos es su aullido feroz y el otro su burla, Otelo representa la noche. Y, puesto que es la noche y ha decidido matar, ¿qué medio utilizará para llevar a cabo el asesinato que ha planeado? ¿Un veneno, una clava, un hacha o un cuchillo? No, una almohada. Matar significa sumir a otro en un profundo sueño; quizá Shakespeare no era consciente de ello. A veces el creador obedece a sus visiones aun en contra de sí mismo, hasta le punto de que la visión adquiere fuerza. Por esta razón, Desdémona, que se desposó con la noche, muere asfixiada con la almohada que recibió su primer beso y que recibirá su último suspiro.
Otelo, en la interpretación de Olivier, entre en escena bailando; lleva un traje blanco y una rosa en los labios. El Otelo de Olivier asfixia a Desdémona entre besos
Jan Kott: Shakespeare, nuestro contemporáneo. Alba Editorial, Barcelona, 2009, pág. 157.

[Nota: Lo interesante de la descripción del personaje que hace Laurence Olivier es que está plenamente conmstruida con imágenes que sugieren emoción y energía.]

No hay comentarios:

Publicar un comentario