martes, 20 de julio de 2010

"La etérea, tierna y lírica Titania desea un amor animal. Robín y Oberón califican de monstruo al transfigurado Fondón. La delicada y dulce Titania arrastra a este monstruo a la cama casi por la fuerza. Éste es el amante que quería, éste es el amante con el que soñaba. Sólo que se negaba a reconocerlo, incluso en su fuero interno. El sueño la libera de sus frenos. La lírica Titania, que se pasa la vida gorjeando acerca de las flores, viola a un monstruoso asno."
Jan Kott: Shakespeare, nuestro contemporáneo. Alba Editorial, Barcelona, 2009, pág. 299.

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