sábado, 10 de julio de 2010

"El gran crimen, el crimen que realmente da sentido a la historia, es el asesinato del rey. Después los asesinatos continúan hasta que el asesino muere asesinado. El regicida se convertirá en el nuevo rey [ver nota*]. Así es en Ricardo III y en otro dramas reales. Y lo mismo ocurre en Macbeth: el gran rodillo de la historia se ha puesto en marcha y los aplasta a todos, uno por uno. Pero en Macbeth esta sucesión de crímenes no obedece a la lógica del Gran Mecanismo, sino que resulta más buen una pesadilla terrorífica que es imposible detener.
Macbeth: ¿Cómo es la noche ahora?
Lady Macbeth: Está midiendo sus fuerzas con el día, por ver quién vence [ver nota**]."
Jan Kott: Shakespeare, nuestro contemporáneo. Alba Editorial, Barcelona, 2009, pág. 134.

[Nota*: No siempre es cierto que sea el regicida quien se convierta en rey. En el mismo Macbeth, que Kott cita, el nuevo rey será un rey legítimo, Malcolm, hijo de Duncan. Lo que no invalida en absoluta lo que él llama el Gran Mecanismo.]
[Nota**: Respecto a la lucha entre la luz y las tinieblas, es una metáfora demasiado inscrita en el pensamiento medieval cristiano como para leerla de forma tan simplista. El nacimiento de Jesucristo se produce simbólicamente en el solsticio de invierno -la noche más larga, el día más breve- porque supone el inicio de la victoria de la luz sobre las tinieblas. Todo en las iglesias simboliza la luz: el góticio, por ejemplo, logra que las paredes se iluminen. Es a partir de ahí que debe interpretarse la frase de Lady Macbeth.]

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